camiseta de portugal mundial 2018

El entrenador fue Miguel Ripullone y tomó decisiones importantes: recuperó a dos veteranos para acompañar a los más inexpertos, convenciendo a Alberto Pedro Cabrera (quien se había alejado en 1975) de que regresara a la selección para retirarse ante su gente, e incorporó a Carlos González. Asamoah Gyan fue el ídolo de aquella selección con su peculiar número 3. Se convirtió en héroe y villano, más que nada por fallar el penal decisivo contra Uruguay.